La calificación energética de una vivienda se obtiene atendiendo a diferentes aspectos en la construcción de la vivienda, así como a la energía usada para proveer a la vivienda de confort térmico.
Una calificación B ya es considerada muy buena, ya que para conseguir la calificación A se deben de cumplir en alto grado muchos requisitos muchísimos.
A mayor calificación energética, más eficiente será la vivienda y por ello menos cantidad de energía necesitará para calentarla.
Para que una vivienda obtenga la máxima calificación energética es necesario que cumpla todos los siguientes requisitos:
- Orientación de la vivienda: evitar una incidencia muy potente de luz si la zona es muy calidad (zona sur) o intentar aprovechar la incidencia de la luz si la zona es fría (zona norte y de montaña). En la zona centro las orientaciones más adecuadas son sur, sur-oeste.
- Materiales eficientes: materiales que generan mayor aislamiento entre la fachada real y el ladrillo de la vivienda.
- Aislamiento térmico: un buen aislamiento debe hacer que el frío o el calor no se mezclen entre dentro y fuera de la vivienda, dependiendo la estación del año.
- Ventanas: las buenas ventanas ser herméticas para aislar la vivienda, y que permitan pasar la luz natural y la radiación del sol en otoño e invierno, pero no en verano por medio de persianas.
- Iluminación led: proporcionan un consumo mucho menor que la iluminación convencional.
- Aerotermia y geotermia: como una fuente de calor o frio en verano que apenas tiene consumo energético.
- Caldera eficiente: las calderas ideales son aquellas que apenas emiten CO2. Una de las calderas más eficientes son las de gas natural, los últimos modelos de condensación que existen en el mercado.
- Suelo radiante: debido a su funcionamiento con agua de menor temperatura que otros sistemas y que radia el calor o el frio desde el suelo, genera un mayor confort termino con un menor consumo energético.
- Los equipos: deben de ser también de alta eficiencia, con consumo energético bajo, como los del aire acondicionado o los intercambiadores de calor.
Aunque el coste en la construcción es mayor a una vivienda con calificación energética mala, entre un 10 y 16%, una vivienda unifamiliar puede consumir entre un 40-55% menos de energía al mes con lo que en torno a de 7-10 años se recupera el sobrecoste de la construcción.
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